¿Cómo es la vida en un pueblo envejecido? (Ayódar, Castellón)
- No es país para viejos
- 7 mar 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 abr 2022
Todas las previsiones climatológicas indicaban que ese jueves iba a llover todo el día, no obstante, por la mañana los rayos del sol iluminaban todo Castellón. A las 8 de la mañana, nuestro equipo emprendía el viaje hacia Ayódar, uno de los pueblos más envejecidos y despoblados del llamado Castellón profundo. Tras 45 minutos en un viaje lleno de curvas y de subidas y bajadas, logramos llegar a nuestro destino.
Nos adentramos en el centro del pueblo y una vez apagamos el motor de los coches, descubrimos que el único ruido que se escuchaba era el canto de los pájaros y una ligera brisa que movía las hojas de los árboles de la plaza. Una vez nos dirigíamos hacia el ayuntamiento para hablar con el alcalde del pueblo, Joaquín Ventura, los habitantes se asomaban por las ventanas o se quedaban mirando desde sus porches, éramos unos como unos forasteros en su pueblo.
Una vez realizada la entrevista con el alcalde, el cuál nos acogió con hospitalidad y amabilidad, nos propuso hacer una visita por todo el pueblo y descubrir las historias de sus habitantes. Unos habitantes que nada más colocar la cámara para grabar nuestro reportaje, se mostraron muy interesados en colaborar y de hablar con nosotros. Encarna y María fueron las grandes protagonistas del día, nos contaron su día a día en el pueblo y sus preocupaciones de cara al futuro.
Nuestras protagonistas aseguraban que aman su pueblo y les gusta vivir allí, su tranquilidad y libertad, pero al mismo tiempo sienten que con el paso del tiempo, Ayódar ha ido perdiendo gente y que ya no es lo que era. La soledad y la falta de trabajo y de juventud es sin duda una de las mayores preocupaciones de sus habitantes. Mientras nos invitaron a comer manzanas recién horneadas, nos explicaron que a veces se sienten muy lejos de sus familias y que “falta un poco de vida” en el pueblo.
Y es que, a pesar de que en los fines de semana y en verano mucha más gente está en el pueblo en busca de tranquilidad u ocio, en el resto del año sólo hay unos ochenta habitantes en el pueblo, de los cuales sesenta son gente mayor. A pesar de que hay un total de seis niños en todo el pueblo, no es una cantidad suficiente como para abrir el centro escolar que hay en el pueblo y los jóvenes van hasta Onda para recibir la educación pertinente.
Desde el ayuntamiento, el alcalde quiere lanzar la propuesta de montar una residencia de mayores con el objetivo de crear empleo y atraer a gente más joven y a sus familias al pueblo. Joaquín Ventura es muy consciente de que, sin trabajo, no hay crecimiento. De esta manera, los habitantes más mayores del pueblo castellonense contarían con más ayuda en su día a día y el pueblo tendría más calidad de vida. No se sabe qué pasará dentro de 10 años, lo que está claro es que, para sus habitantes, Ayódar forma parte de ellos y no lo cambiarían por nada.

Ayuntamiento de Ayódar
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