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¿Cómo es vivir en una residencia de ancianos durante una pandemia?

  • Foto del escritor: Laura Martínez y Laura Muñoz
    Laura Martínez y Laura Muñoz
  • 6 mar 2022
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 9 may 2022

Nuestras protagonistas son Celia y María Ángeles, paciente y cuidadora. Ambas nos han contado cómo es su día a día en su residencia, pero, sobre todo, nos han explicado una jornada diferente en tiempos de pandemia.

7:00 h a.m.

Celia mira el despertador. Sabe que es hora de levantarse. Inmediatamente, aparece María Ángeles, su auxiliar de confianza y mayor apoyo en la residencia. Hace diez años que conviven diariamente. Ya son prácticamente una familia. Como todos los días la auxiliar la recibe con una sonrisa y unos “Buenos días, Celia, ¿cómo ha descansado hoy? ¿Una ducha?”.


8:00 h a.m.

Después de una intensa ducha, María Ángeles la agarra del brazo y acompaña a Celia hasta el comedor. La trabajadora se encarga de ponerle el babero. Allí le ayuda a sentarse y le prepara un vaso de leche junto con sus galletas favoritas. Celia levanta el vaso mientras le tiemblan las manos. De repente suena un estallido. El vaso se ha roto. La anciana rompe en llanto, pero allí está María Ángeles para consolarla: “No pasa nada, no es tu culpa”. Con una sonrisa y un abrazo, Celia agradece a la TCAE este gesto.


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Imagen extraída de Pixabay. Una mujer mayor reposa en un sofá
9:00 h a.m.

La residente vuelve a su habitación. Actualmente, su residencia sufre un brote de Covid y se encuentran todos aislados en sus habitaciones. No pueden recibir visitas, pero


Lucía, la psicóloga del centro, sube a la habitación de Celia con una tablet. Mario, su hijo pequeño, quiere saludarla. La anciana no sabe cómo agradecer todo lo que están haciendo por ella. Madre e hijo charlan durante casi una hora. Celia acaba de ser abuela y tras la pantalla puede observar a su nieto. Llora de emoción.


10:00 h a.m.

Aunque Celia ha dado negativo en coronavirus, la residencia ha establecido unos turnos para poder salir de las habitaciones y disfrutar de las instalaciones del centro. María Ángeles llama a la puerta y le explica que hoy le toca estar en la sala de estar con sus tres mejores amigas: Margarita, Vicenta y Josefina. Esta última pide el tablero del parchís. Siempre ha sido una gran aficionada de este juego. Margarita, Vicenta y Celia están cansadas, pero no rechazan la solicitud de su gran amiga con tal de hacerla feliz.


2:00 h p.m.

Ya es hora de comer. En la residencia necesitan una rutina muy marcada. Los días que esto se invierte, pueden ser un auténtico caos para los ancianos. Hoy las pinches han hecho lentejas. Celia y sus amigas son un grupo burbuja, por lo que comparten mesa todos los días. María Ángeles les acompaña, nunca las deja solas.


4:00 h p.m.

Es hora de descansar. Esta tarde toca actividad de baile y viene Cristina, la mejor profesora, según Celia. Los ejercicios siempre van acompañados de música, una disciplina que ayuda a los mayores a sentirse realizados y a mejorar su memoria.


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Imagen extraída de Pixabay. Las manos de dos personas mayores se abrazan
7:00 h p.m.

Vicenta llama a Celia preocupada. “Me duele la cabeza. Creo que tengo fiebre”. María Ángeles llega al cuarto con cierta inquietud. Sabe que probablemente no sea nada bueno. La tumba en su cama y le pone el termómetro. 38 '8 grados. Inmediatamente, trae un test de antígenos. 15 minutos más tarde Vicenta es positiva y trasladada a la planta covid.


8:00 h p.m.

La trabajadora se viste rápidamente con el EPI y se dirige a la habitación de Celia para comunicarle que no podrá salir de esta en una semana. La residente no acaba de entender el por qué, pero acaba obedeciendo las órdenes de esta. Era la primera vez que Celia come en su habitación. Se le hace un poco extraño todo.


9:00 h p.m.

María Ángeles aparece para llevarse los restos de la cena y desinfectar el cuarto de la protagonista. La auxiliar revisa que esta no tenga ningún síntoma. Coge el termómetro y se lo pone en la axila. Le toca la frente. “Está muy caliente” piensa. Suena el pitido. 37,9º marca. La TCAE procede a avisar al supervisor: “Tenemos otra infectada”.



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